lunes, 20 de julio de 2015

Poesía: Siesta


Siesta

Echado,
rodeado de partículas neuronales a cámara lenta,
pienso en la estirada,
en la cabezada,
en la dejación progresiva de toda la realidad.

Me dejo, me voy,
con media lata de aluminio,
aún por beber,
me tiro desde la cúspide,  
sin una voz con efecto llamada.

La red de seguridad se desmaterializa
y las caídas quedan en suspensión sostenida.
Parpadeos de ojos castaños y negros,
pérdida insignificante de una tarde
que se cuela por un agujero negro.

La imagen de la pantalla se difumina,
una voz melosa inicia el salto a ultra sueño.
Te dejo, os dejo,
la esfinge del sueño de sobremesa se adueña de mi voluntad,
se entiende, se comprende.

@ Las Crónicas de Ava

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